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¿Quiénes son y qué creen los Testigos de Jehová?

Publicaciones de Watchtower

La secta actualmente conocida como Testigos de Jehová, comenzó en Pensilvania en 1870 como un estudio bíblico iniciado por Charles Taze Russell, quien nombró a su grupo “Millennial Dawn Bible Study” (Estudio Bíblico del Amanecer Milenial), y aquellos que lo siguieron fueron llamados “estudiantes de la biblia”.

Charles T. Russell comenzó a escribir una serie de libros a los que llamó “The Millennial Dawn” (El Amanecer Milenial) y que se extendieron hasta seis volúmenes antes de su muerte, conteniendo mucha de la teología que los Testigos de Jehová siguen hasta hoy.

“The Watchtower Bible and Tract Society” (La Sociedad Bíblica y de Tratados El Atalaya) fue fundada en 1886 y rápidamente se convirtió en el vehículo a través del cual el movimiento “The Millennial Dawn” comenzó a compartir sus opiniones a otros.

Después de la muerte de Russell en 1916, el juez J. F. Rutherford, amigo y sucesor de Russell, escribió el séptimo y último volumen de la serie «Amanecer Milenial», «El Misterio Finalizado», en 1917. Ese fue también el año en que la organización se dividió. Los que siguieron a Rutherford empezaron a llamarse a sí mismos «Testigos de Jehová». El grupo fue conocido también como los “Russelitas”.

Atalaya y Despertad son dos de sus publicaciones más conocidas

Lo que los Testigos de Jehová dicen creer:

Los testigos de Jehová nos esforzamos por practicar el cristianismo que Jesús enseñó y que los apóstoles siguieron. En este artículo se presenta una explicación breve de nuestras creencias fundamentales.

Dios. Adoramos al único Dios verdadero, el Altísimo y Creador de todas las cosas. Su nombre es Jehová (Salmo 83:18; Revelación [Apocalipsis] 4:11). Él es el Dios de Abrahán, Moisés y Jesús (Éxodo 3:6; 32:11; Juan 20:17).

La Biblia. Creemos que es el mensaje de Dios para la humanidad (Juan 17:17; 2 Timoteo 3:16). Nuestras creencias se basan en los 66 libros que contiene, es decir, los que componen el Antiguo y el Nuevo Testamento. El profesor Jason BeDuhn hizo referencia a este hecho cuando escribió que los testigos de Jehová “fundan sus creencias y prácticas en la Biblia, tomándola sin alterar y sin predeterminar lo que debe decir”. *

Aunque aceptamos todo lo que dice la Biblia, no somos fundamentalistas. Es evidente que algunos relatos bíblicos están escritos en lenguaje figurado o simbólico y, por lo tanto, no pueden interpretarse de manera literal (Revelación 1:1).

Jesús. Seguimos las enseñanzas y el ejemplo de Jesucristo, y le damos honra porque es nuestro Salvador y el Hijo de Dios (Mateo 20:28; Hechos 5:31). Eso demuestra que somos cristianos (Hechos 11:26). Sin embargo, la Biblia no enseña que Jesús sea el Dios todopoderoso ni apoya la doctrina de la Trinidad (Juan 14:28).

El Reino de Dios. Es un gobierno celestial; no es algo que esté en el corazón de los cristianos. Reemplazará a todos los gobiernos humanos y hará realidad lo que Dios siempre ha querido para la Tierra (Daniel 2:44; Mateo 6:9, 10). Esto sucederá muy pronto, pues las profecías de la Biblia indican que vivimos en “los últimos días” (2 Timoteo 3:1-5; Mateo 24:3-14).

Jesús es el rey del Reino celestial de Dios. Empezó a gobernar en 1914 (Revelación 11:15).

La salvación. Gracias al sacrificio de Jesús, las personas pueden liberarse del pecado y de la muerte (Mateo 20:28; Hechos 4:12). Para beneficiarse de este sacrificio, deben poner fe en Jesús, cambiar su vida y bautizarse (Mateo 28:19, 20; Juan 3:16; Hechos 3:19, 20). Las acciones demuestran si una persona realmente tiene fe (Santiago 2:24, 26). Sin embargo, la salvación no es algo que se merezca; es algo que solo se consigue gracias a “la bondad inmerecida de Dios” (Gálatas 2:16, 21).

El cielo. Jehová, Jesucristo y los ángeles fieles viven en la región espiritual (Salmo 103:19-21; Hechos 7:55). * Un número relativamente pequeño de personas —un total de 144.000— resucitará en el cielo para gobernar con Jesús en el Reino (Daniel 7:27; 2 Timoteo 2:12; Revelación 5:9, 10; 14:1, 3).

La Tierra. Dios la creó para que la humanidad viviera allí eternamente (Salmo 104:5; 115:16; Eclesiastés 1:4). Él bendecirá a las personas obedientes con salud perfecta y hará posible que vivan para siempre en un paraíso en la Tierra (Salmo 37:11, 34).

La maldad y el sufrimiento. La Biblia explica que un ángel se rebeló contra Dios. Entonces empezaron a existir la maldad y el sufrimiento (Juan 8:44). Este ángel, que después de rebelarse se le conoció como Diablo y Satanás, convenció a la primera pareja humana para que se uniera a él. Las consecuencias para sus descendientes fueron desastrosas (Génesis 3:1-6; Romanos 5:12). A fin de resolver las cuestiones morales que Satanás hizo surgir, Dios ha permitido la maldad y el sufrimiento por un tiempo, pero no dejará que continúen existiendo para siempre.

La muerte. Cuando una persona muere, deja de existir (Salmo 146:4; Eclesiastés 9:5, 10). Los muertos no están sufriendo en ningún infierno de fuego.

Miles de millones de personas que han muerto volverán a vivir cuando Dios los resucite (Hechos 24:15). Sin embargo, quienes hayan sido resucitados y no quieran aceptar las normas de Dios serán destruidos para siempre y nunca más podrán volver a vivir (Revelación 20:14, 15).

Familia. Tal como Dios lo estableció desde el principio, para nosotros el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, y la única razón válida para divorciarse es la infidelidad sexual (Mateo 19:4-9). Estamos convencidos de que los consejos de la Biblia son muy sabios y ayudan a las familias a ser felices (Efesios 5:22–6:1).

Nuestra adoración. No adoramos la cruz ni ninguna imagen (Deuteronomio 4:15-19; 1 Juan 5:21). Algunas características principales de nuestra adoración son:

  • Oramos a Dios (Filipenses 4:6).
  • Leemos y estudiamos la Biblia (Salmo 1:1-3).
  • Meditamos en lo que aprendemos de la Biblia (Salmo 77:12).
  • Nos reunimos para orar, estudiar la Biblia, cantar juntos, expresar nuestra fe y animar a otros (Colosenses 3:16; Hebreos 10:23-25).
  • Predicamos las “buenas nuevas del reino” (Mateo 24:14).
  • Ayudamos a los más necesitados (Santiago 2:14-17).
  • Construimos y cuidamos los Salones del Reino y otras instalaciones dedicadas a promover nuestra obra mundial de educación bíblica (Salmo 127:1).
  • Participamos en labores de socorro (Hechos 11:27-30).

Nuestra organización. Estamos organizados en congregaciones. Cada una de ellas es supervisada por un grupo de Testigos llamados ancianos, que no forman una clase clerical ni reciben ningún tipo de salario (Mateo 10:8; 23:8). No damos el diezmo ni hacemos colectas (2 Corintios 9:7). Nuestra obra se financia mediante donaciones voluntarias y anónimas.

Un pequeño grupo de cristianos de experiencia, conocido como Cuerpo Gobernante, dirige la obra de todos los testigos de Jehová desde nuestra sede mundial (Mateo 24:45).

Nuestra unidad. No importa de dónde seamos, todos tenemos las mismas creencias (1 Corintios 1:10). Nos esforzamos por evitar cualquier tipo de división social, étnica, racial o de clase (Hechos 10:34, 35; Santiago 2:4). Sin embargo, esta unidad no impide que cada Testigo tome sus propias decisiones de acuerdo a su conciencia educada por la Biblia (Romanos 14:1-4; Hebreos 5:14).

Nuestra conducta. Nos esforzamos por mostrar amor sincero en todo lo que hacemos (Juan 13:34, 35). Tratamos de no hacer nada que le desagrade a Dios. Por eso tenemos cuidado de no usar mal la sangre. Eso incluye, por ejemplo, no aceptar transfusiones (Hechos 15:28, 29; Gálatas 5:19-21). Somos personas pacíficas y no participamos en las guerras (Mateo 5:9; Isaías 2:4). Respetamos a los gobiernos y obedecemos sus leyes siempre que estas no estén en contra de las normas de Dios (Mateo 22:21; Hechos 5:29).

Nuestra relación con los demás. Jesús dijo: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”. Además, indicó que los cristianos “no son parte del mundo” (Mateo 22:39; Juan 17:16). Así que tratamos de hacer el bien a todos, aunque nos mantenemos totalmente neutrales en cuestiones políticas y no tenemos ninguna relación con otras religiones (Gálatas 6:10; 2 Corintios 6:14). Sin embargo, respetamos las decisiones de los demás en estos asuntos (Romanos 14:12).

Pero: ¿En qué creen los Testigos de Jehová?

Un minucioso escrutinio de su posición doctrinal en temas como la Deidad de Jesús, la Salvación, la Trinidad, el Espíritu Santo, la Expiación, etc., demuestra más allá de toda duda, que ellos no se ajustan a una posición cristiana ortodoxa sobre estos temas.

Los Testigos de Jehová creen que Jesús es el arcángel Miguel, el más alto ser creado. Esto contradice muchas Escrituras, las cuales declaran que Jesús es Dios (Juan 1:1, 14; 8:58; 10:30).

Así mismo, los Testigos de Jehová creen que la salvación se obtiene mediante una combinación de fe, buenas obras, y obediencia. Esto contradice innumerables Escrituras, las cuales declaran que la salvación se recibe por medio de la fe (Juan 3:16; Efesios 2:8-9; Tito 3:5).

Los Testigos de Jehová rechazan la Trinidad, creyendo que Jesús fue un ser creado, y que el Espíritu Santo es esencialmente el poder de Dios.

Los testigos de Jehová rechazan el concepto de la expiación sustitutiva de Cristo y se aferran a la teoría del rescate, diciendo que la muerte de Jesús fue un pago de rescate por el pecado de Adán.

¿Cómo justifican los Testigos de Jehová esas doctrinas anti-bíblicas?

Testigos Difundiendo sus Creencias
  1. Ellos argumentan que, a través de los siglos, la iglesia ha corrompido la biblia, y
  2. Ellos han re-traducido la biblia en lo que ellos llaman La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras.

En lugar de basar sus creencias en lo que La Biblia enseña, la Sociedad Bíblica del Atalaya” alteró el texto original produciendo sus propias traducciones para lograr que sus falsas doctrinas encajen.

La Traducción del Nuevo Mundo ha pasado por numerosas ediciones, en la medida que los Testigos de Jehová descubren más y más Escrituras que contradicen sus doctrinas.

El Atalaya basa sus creencias y doctrinas en las originales y expandidas enseñanzas de Charles Taze Russel, el juez Joseph Franklin Rutherford, y sus sucesores.

El Cuerpo Gobernante de La “Watchtower Bible and Tract Society” es el único grupo en su organización que afirma tener la autoridad para interpretar la Escritura. En otras palabras, lo que el Cuerpo Gobernante dice concerniente a cualquier pasaje de la Escritura, es visto como la última palabra, así que el pensamiento independiente es fuertemente desechado. Esto es en directa oposición a la exhortación de Pablo a Timoteo (y a nosotros también) que estudie y se muestre aprobado ante Dios, como un obrero que no sea avergonzado, que utiliza correctamente la Palabra de Dios. Esta exhortación encontrada en 2 Timoteo 2:15, es una clara instrucción de Dios para cada uno de Sus hijos en el Cuerpo de Cristo, que sean como los cristianos de Berea e investiguen en las Escrituras diariamente para ver si las cosas que les son enseñadas coinciden con lo que la Palabra de Dios dice al respecto.

Los Testigos de Jehová don erróneamente admirados por sus “esfuerzos evangelizadores”. Probablemente no exista un grupo religioso que sea más tenaz que los Testigos de Russell en esparcir su mensaje. Pero, el mensaje está lleno de decepcionantes distorsiones y falsa doctrina.

Quiera Dios abrir los ojos de los atrapados en la secta Testigos de Jehová a la verdad del Evangelio y a la verdad de las enseñanzas de la Palabra de Dios.