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Pablo Besson

Pablo Besson fue un pastor Bautista Francés que en 1881 aceptó el llamado para ser el pastor de un grupo de colonos inmigrantes franceses que habitaban Esperanza en sus comienzos. Pronto superó los limites de la pequeña colonia, con su obra y tuvo una gran participación en romper las cadenas, el oscurantismo y superstición de la Nación. Fue el principal mentor y propulsor del Registro Civil y los Cementerios Públicos. Quienes no eran católicos, no figuraban en ningún registro público de personas ni aun podían acceder a la sepultura en los camposantos regenteados por la curia. Fundó la Iglesia Bautista del Centro en Buenos Aires y tuvo gran influencia en la formación de otras iglesias y centros de evangelización.

Pablo Besson es considerado como el iniciador de la Obra Bautista en Argentina. Nació en Nod, cantón de Berna, cerca de Neuchatel, Suiza, en el año 1848. Hijo de un predicador de la Iglesia Reformada y madre de origen valdense, que iba a ejercer mucha influencia sobre él, mediante el relato de la historia de sus antepasados, los valdenses, describiéndole las escenas de fe, de heroísmo y de fidelidad de aquellos creyentes. “Piedad, estudio, ejercicio y trabajo se unieron en su primera educación para dar como resultante un carácter enérgico y un espíritu libre” (S. Canclini).

Se encaminó por la senda que sus padres le marcaron, de tal manera que entrado en la adultez, el propio Basson se convirtió en un bien capacitado Pastor Bautista. Estudió en la Facultad de Teología de la Universidad de Neuchatel (1868), con profesores como Federico Godet (1812-1900), entre otros. En Alemania estudió con el sabio Lobegott Friedrich Constantin Tischendorf (1815-74) de Leipzig. De él recibió su pasión por la crítica bíblica. Sin embargo el gran acontecimiento en su vida espiritual vino mediante Christoph Ernst Luthardt (1823-1902), que le mostró directamente el camino de la salvación por pura gracia mediante la fe.

Arrepentido, aceptó a Cristo en su corazón y por primera vez en su vida se sintió realmente cristiano, regenerado por el Espíritu de Dios, confiado sólo en los méritos de Cristo. De regreso de Leipzig volvió a estudiar en la Universidad de Basilea, para terminar su licenciatura en teología.

El 12 de octubre de 1870 fue ordenado al ministerio de la Iglesia Reformada. Fue pastor suplente en varios lugares, hasta que en 1871, junto a otros 22 pastores, cinco asistentes ministeriales y tres profesores de teología, renunciaron a la Iglesia oficial y fundado una Iglesia independiente de las injerencias del Estado.

Invitado por los pastores franceses A. Duchemin y Leopoldo Monod, marchó a Francia como evangelista, en la ciudad de Lyon. Allí entró en contacto con una pequeña congregación bautista, que le llevó a confrontar y estudiar las diferencias sobre el tema del bautismo de niños, como creía su Iglesia, o de adultos sobre la base de la fe personal. Convencido de este último punto, renunció al Consejo de su Iglesia y fue bautizado por inmersión, para gran sorpresa de sus conocidos, amigos y familiares.

Un tiempo después la Misión Bautista de Boston (USA), aceptó sus servicios en calidad de evangelista en la región norte de Francia, a la que dedicó seis años de duro trabajo.

En 1881 un grupo de creyentes bautistas suizo-franceses le solicitó ayuda para la Obra en una lejana tierra al Sur de América. Pablo Besson llegó a Argentina en 1881 invitado por una pequeña colonia agrícola de bautistas franceses en Esperanza, provincia de Santa Fe.

Un lingüista competente y un bautista ferviente cuyas convicciones nacieron del estudio de las Sagradas Escrituras, Besson se trasladó a Buenos Aires. Allí organizó la primera iglesia bautista argentina de habla hispana. Esto fue un cambio radical con la tradición, dado que las pocas congregaciones evangélicas hasta entonces eran disponibles solamente para grupos de lengua extranjera.

Besson comenzó una lucha por la libertad religiosa (culto, matrimonio civil, entierro oficial para los no católicos, educación, etc.) y su fluida pluma y su mente aguda pronto encontraron eco en el espíritu liberal de la nueva Argentina.

A los 57 años de edad, en octubre de 1905, contrajo matrimonio con Margarita Mealley, viuda del pastor bautista inglés Jorge Graham. En marzo de 1927, a los 79 años de edad, renunció a su cargo pastoral, por causa de su salud. Bien amado por todo el movimiento protestante argentino murió el 30 de diciembre de 1932.

Erudito, amante de los libros, escribió importantes ensayos de historia y apologética. Pero es más conocido por su perdurable traducción del Nuevo Testamento, la primera de toda Latinoamérica, hecha del griego al castellano. Lamentablemente la edición del Nuevo Testamento traducción de Pablo Besson de 1919, se encuentra totalmente agotada, así como la segunda edición revisada que publicó la Junta Bautista de publicaciones.

La edición de 1981 publicada en el centenario de la llegada del Pastor Besson a la Argentina, reordena los libros del NT para conformarse al orden habitual y cambia los nombres dados por Besson a un par de ellos, también le agrega algunas cortas introducciones, redactadas por Pablo Besson en otros lugares. También omite muchas de las notas de carácter polémico. y provee una biografía de Besson escrita por el pastor Dr. Arnoldo Canclini, y un estudio del pensamiento bíblico de Besson, basado en la tesis doctoral del Dr J. T. Poe. Cabe mencionar que Pablo Besson prefería usar el «Textus Receptus» y que desconfiaba de los manuscritos alejandrinos. Pero aunque él prefería usar el «Textus Receptus», no lo hacía de una manera ciega o irrazonable (como lamentablemente lo hacen algunos críticos). Así, Besson eliminó los textos indudablemente espurios (como por ejemplo el comma joaneo en 1 Jn 5:7 y la inclusión de la abreviatura griega para la palabra «Dios» en 1 Ti 3:16) y prefirió la lectura de los «manuscritos Alejandrinos» en algún lugar que otro. Su traducción es muy literal (tanto o quizá más que versiones muy literales como la Traducción del Nuevo Mundo o la Versión Moderna), lo que la hace útil para el estudio serio del NT.

Es una pena que la obra de Pablo Besson y su traducción del NT no sea más conocida en España y Latinoamérica.

Usó mucho de la controversia, especialmente para combatir los errores de la Iglesia de Roma, convencido, como estaba, de que era imposible edificar las verdades del Evangelio sin antes demoler los castillos de la superstición y la falsedad.

En todo momento fue un defensor de la libertad social y religiosa y de la inviolabilidad de la conciencia.